Cinco lobitos
Lunes 30 de mayo día del espectador en los cines Multis.
Fila 10 asiento 5.
Me acomodo para en el tiempo de 104' ver este film, que es como sentarse en un día de fiesta familiar con la parentela y observar los roles de cada quién. No solo eso también el remolino de emociones que fluyen en esos contextos tan cotidianos, la vida misma que Alauda Ruíz de Azúa presenta con tan buena medida.
El desfile de emociones está servido de forma natural, el enfado, la alegría, el agobio, la impotencia, el descreimiento, la responsabilidad, el déjà vû, el miedo, la ilusión y alguna más que quizá me olvide reflejan dos núcleos familiares ligados por relaciones parentales madre, padre, hija, yerno y nieta. Los hilos de cada uno salen hacia los otros se tejen, se enredan se atirantan se aman se hieren...
Los roles femeninos tradicionales se repiten asquerosamente, pero si se trata de "los tuyos" es otro el lugar desde el que te tocan, porque lo hacen más dentro más en la diana.
Susi Álvarez (somo Begoña) soberbia en al papel de madre resolutiva que abarca todo y a todos impidiendo a su esposo Koldo, Ramón Barea, comprometerse en las cosas cotidianas haciéndolo el eterno inútil, el olvidadizo, el tranquilo.
El matrimonio tiene su homólogo con la brecha generacional incluida pero con pocos cambios sustanciales, en su hija Amaia (Laia Costa) y su pareja Javi (Mikel Bustamente) comparativamente ambas parejas pasan por iguales vicisitudes y reaccionan de forma similar adoptando los mismos papeles.